Tal como soy de pecador,
Sin más confianza que tu amor,
a tu llamado acudí;
Por fe Cordero de Dios.
Cuan admirable su gracia es
don celestial inefable y sin par,
quienes confiamos por gracia en El
en su presencia veremos su faz,
en su presencia veremos su faz,
por fe.
Tal como soy Tu paz busqué,
y en mi delirio tu sangre halle;
ya pertenezco solo a ti
por fe Cordero de Dios,
por fe.
¿Quién cubrirá nuestra desnudez?
¿Quién limpiará nuestro vil cenagal?
solo Jesús en su carmesí,
con su pureza nos vestirá.
Tal como soy me acogerás,
Perdón y alivio me darás,
Pues tu promesa ya creí;
Por fe Cordero de Dios.
Cuan admirable su gracia es
don celestial inefable y son par,
quienes confiamos por gracia en El
en su presencia veremos su faz,
en su presencia veremos su faz,
por fe.
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