Cuando llega un niño a un hogar,
nada en el lugar vuelve a ser igual,
todo es buen principio no se piensa en fin,
nuestras vidas giran sobre el pequeñín,
Juegos risas siempre a granel,
la responsabilidad crece a la par de él,
nada quiere apartarse de sus pies,
la familia se une gracias a su ser.
Así el ha hecho Dios
con todos nosotros,
su gloria fue manifiesta,
su nombre es Emmanuel.
Aquel verbo fue hecho carne y le amaron,
pastores magos de oriente
y sus padres junto a él.
Lo vimos sacar nuestra alma del infierno,
eso es solo consecuencia
de su perfecto amor.
El vino a reconciliar y a salvar,
lo que se había perdido
os rogamos en el nombre de ese niño,
reconciliaos con Dios.
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